“Quizá más de lo que uno negocia. La
respuesta varía según la transacción Irena Asmundson
En su forma más básica, un precio es el monto de dinero
que un comprador le da a un vendedor a cambio de un bien o servicio. Cuando
alguien entrega US$2 y recibe un kilo de tomates, el precio es evidente: US$2
por kilo. Cuando la transacción es efectiva y observable, a veces se habla de
precio negociado o precio al contado. Pero hay muchos otros tipos de precios.
Algunos, como el precio marginal, son conceptuales. Otros dependen del momento
de una posible transacción o del poder relativo del comprador y del vendedor.
Todos, sin embargo, tienen en definitiva alguna relación con el precio al
contado. Supóngase que la transacción de los tomates toma una forma distinta.
El vendedor podría indicar que está dispuesto a venderlos a un precio
determinado, el precio de venta. El comprador puede hacer saber que está
dispuesto a pagar un precio diferente, el precio de compra. La transacción solo
puede tener lugar si el vendedor valúa los tomates a US$2 el kilo o menos, y el
comprador lo hace a US$2 el kilo o más. Es decir, el precio de compra debe ser
al menos tan alto como el precio de venta. De no ser así, a una de las partes o
a ambas les convendría conservar lo que ya tienen, sea tomates o dinero.
Equilibrio del mercado La mayoría de las veces, cuando los economistas hablan
de precio se refieren a un precio de equilibrio del mercado, es decir, el
precio al cual la cantidad de un bien o servicio ofertado por todos los
vendedores del mercado es igual a la cantidad demandada por todos los
compradores. Generalmente, los economistas suponen que la demanda decrece a
medida que aumentan los precios, y que la oferta sube con el precio. El punto
en el cual esos dos precios son iguales, o se intersecan, es el precio de
equilibrio del mercado (gráfico). Si un agricultor elevara el precio de los
tomates por encima del precio de equilibrio del mercado, no los vendería todos,
y si lo bajara, tendría que descartar clientes porque se quedaría sin tomates
antes de agotarse la demanda de los compradores. Pero los precios de equilibrio
del mercado no son inamovibles: pueden cambiar al variar la oferta y la
demanda. Por ejemplo, si todos los clientes repentinamente decidieran que les
gustan los tomates más que antes y estuvieran dispuestos a pagar un precio
mayor por la misma cantidad, el precio de equilibrio del mercado aumentaría.
También podría aumentar si la oferta de tomates disminuyera, por ejemplo debido
a decisiones de siembra o a las condiciones climáticas. El precio de equilibrio
también podría disminuir debido a variaciones de la demanda o la oferta. Muchos
precios En los ejemplos anteriores se supone que a todos se les cobra un único
precio por el mismo bien o servicio, pero en un mercado pueden coexistir muchos
precios diferentes al mismo tiempo, según las condiciones en que se efectúa la
venta. Supóngase que un supermercado tiene muchos tomates que probablemente se
pudrirán en unos pocos días, y que los gerentes deciden reducir el precio para
atraer más compradores y vender más tomates. Un kilo de tomates todavía cuesta
US$2, pero si el comprador lleva dos kilos el costo es US$3. Hay una diferencia
entre el precio marginal —el costo de una unidad adicional de un bien, en este
caso un kilo de tomates— y el precio medio. Si el comprador lleva dos kilos, el
precio medio es US$1,50 el kilo. Pero el precio marginal es US$2 por el primer
kilo y US$1 por el segundo. Los precios también pueden diferir según el momento
y las condiciones de la transacción. Por ejemplo, supóngase que un cliente
quiere comprar 10 kilos de tomates y retirarlos al día ¿Qué es un precio? Quizá
más de lo que uno negocia. La respuesta varía según la transacción Irena
Asmundson VUELTA A LO ESENCIAL En perfecta armonía El precio de equilibrio del
mercado es el precio en que la demanda y la oferta de un bien o servicio son
iguales. Demanda Oferta Precio de equilibrio del mercado Cantidad Precio Alto
Bajo Alta Baja b2b, 9/26/2013 Finanzas & Desarrollo Finanzas &
Desarrollo diciembre de 2013 diciembre de 2013 43 siguiente. El precio de la
transacción programada para el futuro se llama precio a plazo. El agricultor
puede estar dispuesto a reservar esos 10 kilos para el cliente. O quizá le
preocupe que este se olvide de retirarlos y que los tomates queden sin vender.
Puede exigir el pago por adelantado o quizás un pago parcial como depósito. Si
paga por adelantado, el cliente corre el riesgo de que el agricultor se olvide
de reservar los tomates y que tenga conseguirlos a último momento en otro
sitio. También en este caso el precio depende de los valores relativos que el
agricultor y el cliente asignen a esos tomates. El valor de la certeza Si el
cliente valora la certidumbre de conseguir esos tomates, estará dispuesto a
pagar un precio más alto, como por ejemplo si los quisiera para la cena de
cumpleaños de alguien que adora comerlos. Pero si la idea es arrojarlos en un
juego durante un picnic, el cliente bien podría reemplazarlos por globos de
agua o huevos. Supóngase ahora que el agricultor posee campos enormes, y que 10
kilos de tomates representan una pequeña cantidad de sus ventas diarias. El
valor que asigna a la certeza de que el cliente aparecerá es relativamente
bajo. Además, el riesgo de quedarse sin tomates antes de que llegue el cliente
es escaso. Que el cliente le compre o no carece de importancia para su decisión
de fijar el precio, y el precio a plazo del cliente debería ser igual al precio
al contado esperado el día siguiente. De ser así, el cliente quizá ni siquiera
se moleste en convenir un precio a plazo con el agricultor. Cuando el vendedor
tiene el poder de fijar el precio y el comprador no puede negociarlo, se dice
que el vendedor es un formador de precios, y el comprador es un tomador de precios.
Si, en cambio, 10 kilos representan para el agricultor la mitad de sus ventas
diarias de tomates, el valor que el cliente asigne a esos tomates importa
mucho. Si el cliente los quiere para el cumpleaños de su hermana, quizá esté
dispuesto a pagar un precio a plazo más alto, que el agricultor estará
dispuesto a aceptar. Si al cliente no le importan tanto los tomates, quizá no
esté dispuesto a pagar lo suficiente como para garantizar el suministro. Cuando
hay muchos agricultores a quienes comprar, ningún vendedor individual puede
fijar el precio, y los vendedores son entonces tomadores de precios. Cuando hay
muchos compradores y muchos vendedores, tenderá a prevalecer para todos un
único precio de equilibrio del mercado. Por último, hay un precio de las opciones
futuras. Uno puede comprar el derecho de realizar una transacción en el futuro
a un precio predeterminado, pagando lo que se denomina el precio de una opción.
El precio predeterminado en el que se ejerce la opción es el precio de
ejercicio, o el precio que entra en juego cuando existe gran incertidumbre
sobre cómo podría variar el precio al contado. Tomemos una vez más el ejemplo
de los tomates. Los tomates necesitan condiciones cálidas y secas para madurar
bien. Si el tiempo es así en el futuro cercano, la cosecha será abundante y el
precio del tomate sería relativamente bajo. En cambio, si se pronostican
lluvias en el futuro cercano, los compradores y los vendedores preverían una
cosecha más escasa y el precio aumentaría (si se mantiene la demanda). En el
segundo caso, el cliente puede estar dispuesto a pagar una pequeña suma ahora
(el precio de la opción) para asegurar el derecho de comprar 10 kilos en el
futuro a un precio predeterminado (el precio de ejercicio). Si el precio al
contado es mayor que el precio de ejercicio, el cliente puede ejercer la opción
y comprar los tomates a este último precio. Si el precio al contado es más
bajo, el cliente lo paga y se ahorra así algún dinero. El precio de la opción
debe ser suficientemente bajo para inducir al cliente a pagar por la
certidumbre y suficientemente alto para compensar al vendedor por aceptar el
precio de ejercicio si este resulta menor que el precio al contado. Valores y
precios Como en un precio pueden influir muchos factores, muchas personas
tratan de calcular cuál sería un buen precio antes de probar la respuesta del
mercado. Por ejemplo, supóngase que un ingeniero ha inventado una máquina
cosechadora de tomates, y forma una empresa para fabricarla. Dado que necesita
fondos para construir las máquinas, tratará de recaudar ese dinero vendiendo
acciones de su empresa. Si fija un precio demasiado alto, algunas de las
acciones quedarán sin colocar y quizá no consiga fondos suficientes. Si lo fija
demasiado bajo, un comprador afortunado revenderá a otro sus acciones a un
precio mayor. El empresario debe esforzarse por igualar el valor y el precio.
¿Qué factores debería considerar al fijar el precio? Aquí intervienen una vez
más la oferta y la demanda. ¿Cuántas máquinas puede producir la nueva fábrica
en un año? ¿A qué precio se venderán? ¿Cuántas máquinas comprarán los
productores de tomates? Esto dependerá del precio de los tomates, los salarios
pagados a los recolectores de tomates, y del precio del préstamo necesario para
comprar una máquina. El ingeniero deberá determinar todos esos precios antes de
que pueda calcular el precio de equilibrio del mercado para sus máquinas, que a
su vez determinará el precio de las acciones de su empresa. El precio de la
acción también dependerá de las expectativas de los inversionistas respecto del
desempeño futuro de la empresa. Los inversionistas quizá consideren que el año
que viene el ingeniero podrá construir una máquina cosechadora de alubias. Si
alguno de los precios de los que dependen las invenciones varía —por una mala
cosecha, o porque las plantaciones de alubias comienzan a pagar salarios más
altos, o porque el año próximo un competidor inventa una cosechadora de
alubias— el precio de las acciones de la empresa también variará. Hay muchos
tipos de precios, que representan muchos tipos de transacciones. Cada precio
simboliza una operación concertada entre un comprador y un vendedor. La
motivación de cada parte, y los precios resultantes, pueden ser tan
impredecibles como el clima y variar con igual rapidez.”
Irena
Asmundson es Economista Jefe del Departamento de Hacienda de California.
& Desarrollo Finanzas
& Desarrollo diciembre de 2013
El precio es la relación de intercambio entre bienes y
servicios a los cuales tenemos acceso en el mercado y es dependiente de las
leyes de la oferta y la demanda.
El precio de acuerdo a las variaciones de la oferta y la
demanda puede comportarse como un indicador económico que permite garantizar
que la oferta y la demanda permanezcan en equilibrio reflejando la correcta circulación
de la producción y su consumo.
El precio varia de acuerdo a diferentes circunstancias tales
como: condiciones climáticas, políticas, sociales, tendencias entre otros.
El consumidor es quien decide que precio pagar por
determinado bien o servicio dependiendo de sus necesidades a satisfacer. Actualmente
tanto consumidores como productores buscan obtener beneficios que le permita a
los oferentes generar mayores ingresos fomentando la ganancia, produciendo a
costos bajos y los demandantes adquiriendo bienes y servicios en el mercado a
bajo precio permitiendo fructificar sus ingresos para la adquisición de otros
bienes y servicios en el mercado.
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